A varios días de los festejos por los 200 años de la Patria argentina intentaremos hacer un análisis de los acontecimientos que se dieron en plena 9 de Julio.No fue un fin de semana largo más, sin duda, el sentimiento de patriotismo fue incrementándose a medida que trascurrían los días y la televisión pública fue exhibiendo las festejos que tuvieron epicentro en la ciudad de Buenos Aires. Se habla de millones de personas protagonistas del encuentro; y digo protagonistas porque de no haberse manifestado en las calles no estaríamos mencionando el éxito de la cuestión.
Claro, que todo lo que sucede en la Argentina, desde ahora y siempre, tiene una consecuencia política. Por un lado, quedaron los representantes de una oposición cada vez menos coherente haciendo gala en un espacio dedicado a la cultura como lo es el Teatro Colón, sí, fue la reapertura de ese recinto y no una entrega de premios a la televisión, acaso, ¿no parecía la entrega de Los Martín Fierro?
Por otra parte, se vio un pueblo (al menos una muestra de él) en la calla con la ferviente idea del Bicentenario.Hay mucho más para decir en estos aspectos pero ahora quiero referirme a los artistas y el folklore:
No será fácil olvidar (más allá de los gustos personales) las imágenes que se vieron por televisión (en mi caso al menos ya que no pude estar ahí), y menos aún lo será para los que se amucharon frente al improvisado escenario de la 9 de Julio desde el 21 al 25 de mayo.
Ese mar de personas que fueron público de Soledad Pastorutti, Los Olimareños, el “Chaqueño” Palaveccino o Teresa Parodi sintieron, sin duda, la música folklórica como verdadera expresión patriótica. Seguramente, nosotros que somos seguidores fervientes de esta música, recordaremos otros momentos de gran convocatoria como el festival de Cosquín y Jesús María
pero, personalmente, no había visto algo así nunca antes.Hay otro hecho de suma importancia que contextualizan de una manera más inclusiva a las celebraciones del Bicentenario: el 20 de mayo arribó la caminata de aborígenes que partieron el día 12 del mismo mes desde diferentes lugares de Argentina representando a los pueblos originarios con todas sus demandas y fueron recibidos en Casa Rosada por la presidenta. A su vez, creo que la presencia del conjunto Boliviano Los Kjarkas y su expresión de música del altiplano, fue una muestra de las culturas aborígenes que el folklore siempre ha guardado en un lugar muy importante.
En todas las provincias estuvimos de festejos, los desfiles, ropas gauchas y colores patrios fueron el común denominador en el cumpleaños número 200 años de la Argentina y el folklore como
tradición, expresión y sentimiento ha sido el elemento unificador de todos los habitantes de esta tierra que se redescubre permanentemente en su camino hacia un horizonte socialmente más igualitario y participativo.Mirá algunos videos de la fiesta del folklore:
Sebastián Rivero
