Desde el nacimiento mismo de este espacio de tierra que hemos llamado Argentina, la historia ha estado marcada por matices violentos y criminales.Con la Colonización Española los habitantes naturales del suelo latinoamericano fueron despojados de creencias, ideas y posesiones. Los aborígenes que vivían en estas latitudes llegaron desde Asia y Oceanía formando diferentes culturas hace 30.000 años aproximadamente.
Una vez consolidada nuestra independencia como País libre y soberano la orientación europea de muchos de nuestros “ilustres” políticos redujo la realidad a un dualismo espantoso: “Civilización o Barbarie”, excusa teórica que sirvió luego para ejecutar el macabro plan de la “Conquista del Desierto” concluyendo con el genocidio aborigen y la obtención de las tierras que significaron una gran perspectiva comercial para los dominantes y un lamento interminable para sus habitantes naturales.
El indio, bárbaro e incivilizado, se encontraba ahora en el Desierto y bajo el lema de prosperidad económica se encaminó la destrucción de esas comunidades no coincidentes con los presupuestos cosmopolitas de las clases gobernantes preparadas en Europa.
“Fueron 15.000 leguas territoriales, arrancadas a los legítimos dueños de la tierra, como ya se había hecho con el resto de América. Se habló de campaña al desierto, cuando estaba poblada por una cultura diferente, pero no por eso inferior y se usó el término limpiar como si los aborígenes fueran estiércol…”. (www.laguia2000.com). Y esa lógica se usó en todas las provincias de la Argentina.
La localización de los pueblos indígenas en Argentina sería la siguiente:
Región Noreste: (provincias de Chaco, Entre Ríos, Formosa, Misiones, Santa Fe, Santiago del Estero) Pueblos: Charrúa, Lule, Mbya-Guaraní, Mocoví, Pilagá, Toba, Tonocoté, Vilela, Wichí.
Región Noroeste: (provincias de Catamarca, Jujuy, La Rioja, Salta, San Juan, Santiago del Estero, Tucumán,) Pueblos: Atacama, Avá-Guaraní, Chané, Chorote, Chulupí, Diaguita-Calchaquí, Kolla, Ocloya, Omaguaca, Tapiete, Toba, Tupí-Guaraní, Wichí.
Región Sur: (provincias de Chubut, Neuquén, Santa Cruz, Tierra del Fuego): Pueblos: Mapuche, Ona, Tehuelche, Yamana.
Región Central: (Ciudad Autónoma de Buenos Aires y provincias de Buenos Aires, Córdoba, La Pampa, Mendoza): Pueblos: Atacama, Avá Guaraní, Diaguita-Calchaquí, Huarpe, Kolla, Mapuche, Rankulche, Toba, Tupí Guaraní. Comechingon. (www.iwgia.org)
Ye en el siglo XX, y hasta nuestros días, la discriminación cultural ha sido un signo latente en las costumbres y el lenguaje de muchos de nosotros.
Fernando Bravo habla de “un verdadero indígena y un verdadero incivilizado” en su programa haciendo referencia a los manifestantes que provocaron congestión en el tránsito de la ciudad de Buenos Aires. (http://www.youtube.com/watch?v=Lm5i05uIwcE) Luego, el periodista, intenta corregirse argumentando que lo que en realidad quiso decir era “salvaje”; ¿es decir que para Bravo, los conceptos indígenas, incivilizados y salvajes son más o menos parecidos?.
Desde el 12 de mayo, los pueblos originarios marchan desde diferentes lugares del país hacia Plaza de Mayo; "Caminando por la Verdad hacia un Estado Pluricultural". Piden restitución de tierras, que se otorguen títulos de propiedad de los territorios comunitarios indígenas.
Exigen el cuidado de la naturaleza, que se promueva la creación de un Tribunal de Justicia Climática y Ambiental que ponga el cuidado del medio ambiente “por encima del Código de Minería, de la destrucción de los desmontes y el avance de la industria sojera”
Solicitan el reconocimiento oficial de las lenguas indígenas para que se enseñen en los colegios, creación de universidades y centros de estudios propios.
Y quieren reparación económica, reclaman la creación de un fondo para el desarrollo de las comunidades.
Como una canción del altiplano marcha, lenta pero firmemente, la columna de aborígenes que arribará el día 20 de mayo a Plaza de Mayo para hacer oír su reclamo en búsqueda de una mejor calidad de vida de sus comunidades y reconocimiento cultural.
El folklore, ha sido un espacio en el cual las manifestaciones de estos pueblos han seguido estando presente, con su lenguaje, música, expresiones, costumbres, por eso desde este ámbito apoyamos y destacamos el movimiento de Los Pueblos Originarios por una sociedad más justa para todos sus integrantes.
Sebastián Rivero
